En esta entrega Sanroma recuerda el papel que el arte y la cultura tendrán en la formación de estos "indignados de ayer", generacionalmente tan volcados en el activismo político y en los clásicos del marxismo y los textos de quienes encabezan las grandes revoluciones del siglo XX, como Lenin o Mao.
Pasa después la conversación a detenerse en el nefasto papel jugado por ETA como organización, no de vanguardia, sino suplantadora de las acciones de masas, en su vía de lucha armada; un tipo de lucha que ETA inicia veinte años después de que, retirando sus últimos guerrilleros, el Partido Comunista de España diera por concluida la vía armada. Exactamente lo que sucederá hace cuarenta años, en diciembre de 1973, cuando la voladura por ETA del presidente del Gobierno de Franco, almirante Carrero Blanco, eclipsa el llamado Juicio 1001 que se sigue contra los dirigentes del sindicato clandestino Comisiones Obreras, un juicio que por su resonancia mundial podía haberse convertido, dado la vuelta, en una gran acción contra el franquismo protagonizada por organizaciones de masas.
Se menciona también el extraño papel jugado ayer por Pío Moa desde el Grupo de Resistencia Antifascista Primero de Octubre, conocido por sus siglas GRAPO, favoreciendo, con la violencia más ajena a cualquier respaldo social, y más en un marco europeo, la lógica del franquismo residual; un Pío Moa que hoy seguiría haciendo el mismo papel, dar argumentos a la derecha más residualmente franquista, pero con otros medios.