Biblioteca Pública - Andrea Abreu sacude la literatura española con "Panza de burro", la iniciática relación de dos niñas contada con la oralidad de su barrio tinerfeño
(Entrevista de Manuel Sollo). A veces, como por ensalmo, una autora viene a sacudir, desde la periferia, el panorama literario español. Lo ha hecho Andrea Abreu, tinerfeña de 25 años, con su primera novela, “Panza de burro”, publicada por la editorial sevillana Barrett. Este sello encargó la edición de un libro inédito a la escritora Sabina Urraca, quien eligió el proyecto de Abreu, alumna suya en un curso de escritura. Desde su difusión en junio de 2020, la obra no ha dejado de reimprimirse, hasta convertirse en un fenómeno narrativo. Lo primero que sorprende es su estilo. La joven autora da voz a una niña de diez años que narra la dependiente amistad con otra menor de edad durante el verano 2005. En su relato, en primera persona, utiliza un lenguaje oral que transcribe tal cual, sin atender a normas académicas, y con profusión de términos no ya de la isla sino de su propio barrio. Los Piquetes, en Icod de los Vinos, situado las faldas del Teide, es el escenario de este relato de sentimientos silenciados, de descubrimiento de la sexualidad, de iniciación a la vida, entre atentas y poderosas abuelas y padres ausentes. Periodista y poeta, Abreu, que entonces residía en Madrid, tuvo que compaginar varios trabajos con la escritura de esta obra. Ahora ha regresado a Tenerife, desde donde nos atiende en este diálogo.