Homenaje, memoria y ensayo cinematográfico, el arte y su capacidad para representar la vida. Sobre estos pilares el director y escritor Manuel Gutiérrez Aragón elaboró las historias de A los actores (Anagrama), una autobiografía profesional plagada de recuerdos y semblanzas de quien se retiró de hacer películas en 2008. Ahora concluye con cierta nostalgia: "Debo a los actores la señal del camino que me lleva a contar quién soy".
Así, el autor revela su fascinación por el séptimo arte desde niño, el aprendizaje y las amistades en la Escuela de Cine de Madrid, donde ingresó en 1962, el compromiso antifranquista, la laboriosa introducción en una industria atrasada y compleja. Desde un sólido sustento intelectual, también reflexiona sobre los secretos de la interpretación, al tiempo que salpica el relato de anécdotas y vivencias junto a los mejores actores españoles de las últimas décadas.
Nos lo cuenta aquí quien recibió el Premio Nacional de Cinematografía en 2005 y hace unos meses fue elegido miembro de la Real Academia de la Lengua.