Berta Vias Mahou, Vivian Maier en "Una vida prestada"

(Entrevista de Manuel Sollo). "Un artista es un bicho, una alimaña (...). Un monstruo". "El mundo del arte no es más que una charca pútrida (que) con demasiada frecuencia funciona tal y como lo hace el del crimen organizado". Detrás de citas como estas puede esconderse parte del misterio de Vivian Maier, quien nació en Nueva York en 1926 y murió en Chicago en 2009. Para entonces, y por azar, ya comenzaba a conocerse una obra que la reconoce como una de las grandes fotógrafas de la historia. Nunca expuso ni quiso difundir sus imágenes, aunque siempre supo de la calidad de su trabajo; tanto que dejó ordenados y catalogados más de 100.000 negativos y 2.700 rollos sin revelar. Su biografía la reconstruye desde la ficción Berta Vias Mahou en la novela "Una vida prestada" (Lumen). En sus 83 años, Maier tuvo una infancia difícil y un pasar conscientemente anónimo. Culta y conocedora del mundo audiovisual, trabajó de niñera, la mayoría de las veces con familias adineradas. Aprovechaba el tiempo libre para captar con su Rolleiflex, de un solo clic, instantáneas de gente desconocida, de su entorno o de sí misma. Y así fue creando una forma de mirar y espiar a través de la cámara, desde una libertad absoluta, sin pretender nunca el éxito ni el acceso a los cenáculos culturales. A partir de aquí, Berta Vias dialoga con la artista para intentar entenderla y reflexionar sobre las componendas del arte actual. Aquí nos lo cuenta.