Biblioteca Pública - Daniel Jándula biografía en "Tener una vida" una crisis personal paralizante y nihilista con implicaciones políticas, literarias y amorosas
(Entrevista de Manuel Sollo). "Es como si solo pudiera mirar el mundo a medias y mi humanidad se perdiera a sorbos, o como si me estuviese volviendo transparente". Así reflexiona este antihéroe, solitario e incomprendido narrador sin nombre que hace recuento, en primera persona, de una existencia introspectiva e inmóvil que le aboca a una crisis personal. En una pared de su vivienda surgirá un extraño agujero que de forma selectiva se va tragando sus pocas pertenencias en un juego simbólico entre la ciencia y la metafísica. Daniel Jándula (Málaga, 1980) proyecta lo nihilista, transformador y fantástico en su novela "Tener una vida" (Candaya). Construye un protagonista que parece perder su condición humana a la vez que desbroza su biografía desde la quietud. Ese paseo inmóvil contrasta con los nombres de los sucesivos capítulos, todos verbo de acción, entre despertar y respirar a fracasar y salir. O lo que es lo mismo, el yo íntimo no rehúye el origen, la familia, el entorno. Así, reflexionará en un tono generacional sobre la evolución política de España y Latinoamérica, las transiciones posdictatoriales y sus consecuencias posteriores: "Nosotros no acabamos con la dictadura, sólo la agotamos". También sobre el amor y la literatura. De todo ello hablamos con el autor, que concluye: "La vida encuentra el modo de abrirse camino, no pide permiso. Y para tener una vida, no basta con estar vivo".