Biblioteca Pública - El dibujante Nazario evoca su lujurioso aprendizaje sexual y cultural en "Sevilla y la Casita de las Pirañas", segundo volumen de su memorias
(Entrevista de Manuel Sollo). Tras alcanzar la plenitud artística como pionero del cómic alternativo y homosexual, dedicado luego a la pintura y la fotografía, Nazario se entregó con la misma pasión a la escritura. Había llevado un diario desde la adolescencia y apeló a los recuerdos de amigos para crear una detallada autobiografía, desde su nacimiento hace 74 años en el pueblo sevillano de Castilleja del Campo a la actualidad. En 2016, publicó "La vida cotidiana del dibujante underground", donde contó su llegada a Barcelona y la explosión vitalista y contracultural que vivió entre esta ciudad y Madrid, en plena Movida. Ahora, en "Sevilla y la Casita de las Pirañas", también editada por Anagrama, evoca la etapa anterior, la de su aceptación y disfrute de la homosexualidad y su formación cultural en los años sesenta e inicio de los setenta. El flamenco, la droga, el sexo, los primeros dibujos y los viajes, en un tiempo de aprendizaje, lujuria y desenfreno. De la crónica a la confesión, sin ataduras, Nazario rememora sus aventuras con el mismo desparpajo creativo que le encumbró en la Transición con los retratos de los bajos fondos y obras como Anarcoma o Alí Babá y los 40 maricones.