Biblioteca Pública - Fernández Mallo teje en "Trilogía de la guerra" la red que vincula a vivos y muertos a través de conflictos que nos revelan las incógnitas del presente
(Entrevista de Manuel Sollo). Una inmensa red intangible que vincula a vivos y muertos, la certeza de que bajo nuestros pasos crujen las balas, los huesos de las víctimas de los conflictos bélicos, la indagación del pasado para entender el presente, y con él la presencia de uno mismo en el mundo. Este es el andamio argumental que sustenta "Trilogía de la guerra" (Seis Barral), la novela con que Agustín Fernández Mallo ganó el Premio Biblioteca Breve. Tres escenarios, tres personajes protagonizan historias distintas en sus planteamientos y conectadas en esencia bajo los ecos del verso de Carlos Oroza: "Es un error dar por hecho lo que fue contemplado". Así, en el libro primero, un escritor solitario narra su experiencia en la isla gallega de San Simón, que fue campo de concentración en la Guerra Civil española. En el segundo simboliza la evolución de Estados Unidos en un verso de David Bowie que le sirve de subtítulo, "Micki Mouse ha crecido y ahora es una vaca". Cuenta la historia de un excombatiente de Vietnam, supuesto cuarto integrante de la expedición que aterrizó en la Luna. Cierra con "Normandía (Los amos de la noche)", en el que una mujer recorre la playa del desembarco decisivo de la Segunda Guerra Mundial. Sobre los restos de miles de cadáveres, se cruzará con refugiados sirios y reflexionará sobre el futuro de la Europa actual. Entre estos relatos se filtran las preocupaciones habituales de Fernández Mallo, como la memoria y el reciclaje, la copia y el doble, o los avances científicos y tecnológicos. Como consideró el jurado del Biblioteca Breve, para trazar un mapa tragicómico del mundo actual sin escribir en contra de nada ni de nadie.