Biblioteca Pública - Isaac Rosa escudriña por qué nos queremos tan mal en "Feliz Final", la excavación de una ruptura sentimental en tiempos precarios
(Entrevista de Manuel Sollo). "Somos más leales a nuestra empresa que a nuestra pareja". Ángela, profesora de instituto, y Antonio, periodista, de unos cuarenta años, trece de relación y dos hijas, ultiman su separación con el reparto de objetos y recuerdos. Ambos excavan sobre los escombros de su amor, bajo unas deterioradas condiciones económicas. Isaac Rosa alterna y entrecruza las dos voces en su nueva obra, "Feliz final" (Seix Barral). Del epílogo a la primera mirada, relatan, entre nostalgias y contradicciones, el hondo desgaste de la pasión, el sexo y el compromiso, la deriva hacia la incomunicación, el desconocimiento y la extrañeza, el reproche de la infidelidad y el desamor. La maternidad, los hijos, los amigos, el dolor y la felicidad zarandeados por duras circunstancias externas, la falsa promesa de libertad, la precariedad, la incertidumbre del futuro y, en fin, el desolador paisaje de la cultura capitalista interfiriendo en la capacidad de amar. ¡Cuántos no pueden asumir la hecatombe económica de un divorcio! ¿Cómo reparten los restos del naufragio? ¿Cuánto cuesta expresarlo? Porque "una separación es también, es sobre todo, la pérdida de un relato común, y en el momento de la ruptura aprieta la necesidad de contar", escribe Rosa en su octava novela. Con él, regresado a su Sevilla natal después de un par de décadas en Madrid, dialogamos.