Biblioteca Pública - Jesús Carrasco crea en "La tierra que pisamos" una ucronía sobre civilización y barbarie, entre los límites del padecimiento y la redención
Imagine una ucronía en la que un vasto y dictatorial imperio domina desde Europa gran parte del mundo. España aporta prisioneros esclavos y residencias de reposo para sus élites. En este marco se desarrolla la segunda novela de Jesús Carrasco, "La tierra que pisamos" (Seix Barral). Una de estas ocupantes es la anciana Eva Holman, esposa de un alto militar incapacitado, que vive a las afueras de una colonia de Extremadura. En primera persona y en presente, narra su relación con Leva, el intruso que llega a su finca y con el entablará una extraña relación. A través de él, tomará conciencia del sometimiento y la violencia, cuestionará sus tambaleantes certezas y cambiará su vida. El autor de "Intemperie" indaga en su segunda novela en los vínculos del hombre con esa naturaleza indiferente a sus necesidades, la dialéctica de civilización y barbarie, los límites del horror y el dolor que hermana a los seres humanos; todo, en una estructura narrativa que construye su propio relato dentro de la novela. Y así nos lo cuenta aquí.