Biblioteca Pública - Pablo Santiago narra el amor a los clásicos y el poder subversivo de los libros en "Cervantes para cabras, Marx para ovejas", una comedia sobre la utopía
(Entrevista de Manuel Sollo). De cómo la lectura cura y salva. De cómo el conocimiento transforma la realidad. De cómo la utopía es posible pese a terribles amenazas. Pablo Santiago imagina esa metamorfosis social en su novela "Cervantes para cabras, Marx para ovejas" (Maclein y Parker). Estamos en los años de la Segunda República, en Abra, un pueblo entre las provincias de Córdoba y Granada. Mateo, un pastor, decide vivir acostado ante la falta de alicientes. Lo rescata de su letargo un maestro recién llegado, Lázaro Esquivel, gracias al Quijote. La inquietud lectora le llevará también a descubrir El Capital. El protagonista, que trata de recuperar el amor de su novia, difundirá ambos volúmenes y conseguirá que todos sus vecinos se animen a leer, apoyado en un falso experimento sobre los beneficios de esta tarea en su rebaño. Tampoco le falta voluntad para pasar del aprendizaje a la acción en una comuna agraria. Con una estructura cervantina y un tono humorístico y quijotesco, esta obra es un canto a los clásicos y al poder subversivo de los libros. Nos lo descubre Santiago en este diálogo.