Biblioteca Pública - Silvia Cruz Lapeña desmonta mitos y tópicos del flamenco en "Crónica jonda", un relato sobre el arte y la crisis
(Entrevista de Manuel Sollo). El flamenco ha sido, y todavía es a menudo, una expresión musical habitualmente orillada de los circuitos culturales establecidos, atorada entre el mito y el tópico. Pero sus artistas, sus circunstancias, sus gestas reproducen también un microcosmos que permite entender el mundo, sus quebrantos y sus contradicciones, sean íntimas o colectivas. Así lo hace la periodista Silvia Cruz Lapeña en su libro "Crónica jonda" (Libros del KO). Una crisis personal en una España en ruinas desata el viaje de la autora en 2014. Hay dolorosos lutos que enjugar. Han muerto sus dos abuelas, Consuelo y Concha; ha muerto Paco de Lucía, el símbolo. Acude a festivales para volver al refugio de su Barcelona natal, toma notas de intrahistorias profundas o anecdóticas y reivindica una consideración rigurosa y académica del flamenco. Descubrimos con ella el revés de un universo cuyos estereotipos reflejan los del país: el duende y los puristas, los amaños y el machismo, la precariedad y los clasistas, la desoladora crisis de la sanidad y el periodismo o la ebullición separatista en Cataluña, que resquebraja los afectos. Un camino en el que este arte es llave y abrigo para aquella niña que descubrió el cante en la peña de Baena, el pueblo cordobés de su padre. Aquí nos lo cuenta, al compás de su triple propuesta, flamenco pa' celebrar, flamenco pa' entro y flamenco pa' protestar.