Biblioteca Pública - Tsevan Rabtan selecciona en "Atlas del bien y del mal" treinta y una anomalías históricas sobre tan sinuosa frontera territorial y moral
(Entrevista de Manuel Sollo). ¿Qué criterios traza la sinuosa frontera entre la maldad y la bondad? ¿Qué separa al héroe libertador del absolutista sanguinario? ¿Qué nos impulsa al ejercicio despiadado del poder, al desprecio por las víctimas? ¿Qué relato perdura entre la derrota y la victoria? Sin moralejas, con el estricto relato de los hechos, Tsevan Rabtan agrupa treintaiuna anomalías históricas de los cinco continentes en el "Atlas del bien y del mal" (Geoplaneta), ilustradas por la prestigiosa dibujante chilena Alejandra Acosta. Escribe en el prólogo Manuel Jabois, "este libro es una revisión del 'Dios es bueno pero el diablo no es malo", que así de difusos son estos conceptos. Máxime si se aplican a devastaciones coloniales, naturalezas sádicas o benéficas, crueles guerras de religión, aberraciones ilimitadas de bárbaros ambiciosos y poderosos dementes, y siempre los soldados sin fortuna como carne de cañón. Son textos publicados inicialmente en el blog del autor, "Las cuatro esquinas del mundo", ahora seleccionados y corregidos. Mantiene la firma que ha popularizado en internet, Tsevan Rabtan, quien en la vida real es Juan José Areta, abogado madrileño de 52 años, con quien reflexionamos en este diálogo.