Biblioteca Pública - Víctor Amela reconstruye la memoria familiar de la Guerra Civil en "Yo pude salvar a Lorca", a través de la relación de su abuelo con Luis Rosales
(Entrevista de Manuel Sollo). El golpe militar del 18 de julio de 1936 contra la II República triunfa en Granada. Federico García Lorca, de visita familiar en la ciudad, se refugia en la casa de los Rosales, todos ellos destacados falangistas. Luis, el poeta, trata de convencerlo para trasladarlo a la zona roja. Cuenta para ello con Manuel Bonilla, un pastor afiliado a Falange que había salvado a muchos derechistas como pasador en la Alpujarra. Ochenta años después, su nieto, el escritor y periodista Víctor Amela, recrea aquella posible escena en la novela "Yo pude salvar a Lorca" (Destino). Muy lejos de allí, en los estertores de la Guerra Civil en Cataluña, un tío del autor, Josep Amela, es movilizado en la llamada Quinta del Biberón. Las dos ramas de la familia confluyen en la Barcelona de la posguerra. Secretos y silencios ocultan el pasado de cada uno. A la muerte de ambos, el adolescente que ha crecido acumulando insinuaciones y detalles decide, ya de adulto, recuperar la memoria, investigar los hechos y reconstruir la historia sobre personajes y relatos reales, a la vez que rescata la voz del creador de "Romancero gitano". Lo revela en este diálogo.