953. Biblioteca Pública - Carla Nyman construye en Tener la carne un thriller tragicómico en el que explora una obsesiva posesión y una tóxica relación maternofilial
(Entrevista de Manuel Sollo). La posesión y los celos, la identidad y la pérdida, la exploración del cuerpo y el deseo, lo abyecto y lo escatológico. Una mujer de treinta y tantos años mata a su novio y lo pasea por la costa de Almería con la ayuda de su madre. La dramaturga y poeta Carla Nyman cuenta esta historia hilarante en su primera novela, Tener la carne (Reservoir Books). La narra en primera persona su protagonista, C., quien trata de contactar con un juez para confesar su crimen. Como no contesta a sus llamadas telefónicas, le deja sucesivos mensajes de voz, convertidos en un monólogo en el que reconstruye su relación con el muerto y con su familia. Con un humor a veces grotesco, la autora crea un thriller tragicómico en el que destripa una relación maternofilial tóxica y absorbente, una carnalidad de pasión y odio, la pulsión de mimetizarse. Al otro lado, un interlocutor imaginado al que confía su propia narración, ese “estilo neoyorkino de la novela negra”. El tono de esta obra, que partió de un monólogo teatral, emparenta con el último poemario de Nyman, Líquida tuya y vertebrada (Letraversal), publicado también este año.