939. Biblioteca Pública - Elisa Victoria se adentra en Otaberra en la quiebra del tiempo mental de una mujer traumatizada por la pérdida, la culpa y el castigo social
(Entrevista de Manuel Sollo). La mente de una mujer sufre un bloqueo desde el traumático suceso ocurrido en su adolescencia, allá por 1989. Incapaz de vivir el presente, funciona con un piloto automático, disociada de los quehaceres cotidianos. Así comienza la nueva novela de Elisa Victoria, Otaberra (Blackie Books). Su protagonista, Renata, mantiene una extraña relación con el tiempo que la lleva a imaginar otros posibles pasados, presentes y futuro. Entre lo ocurrido, lo hecho y lo deseado, solo encuentra asidero y sentido en la escritura. La autora construye un relato de muy diversas capas, saltos temporales, voces que se superponen. Transita de esta forma de la infancia a la vida adulta, un proceso de constitución de la personalidad propia y sus interacciones con el entorno. Lo vivirá Renata junto a su amigo Eusebio, un joven diferente y por ello acosado, víctima del linchamiento y el castigo social. Una historia entretejida de dolor y culpa, cuerpo y violencia, homofobia y bisexualidad. Victoria (Sevilla, 1985) vuelve a algunos de los asuntos que ya aparecían en obras anteriores como Vozdevieja y El Evangelio. También en El quicio, su primera novela ilustrada. (Foto ©Joaquín León).