881 Biblioteca Pública - Elvira Navarro relata el aprendizaje de la muerte a través del cuidado y de la memoria de tres mujeres en Las voces de Adriana
(Entrevista de Manuel Sollo). “¿Hasta dónde nos acompañan los muertos?” Esta es la pregunta esencial que se hace la protagonista de la nueva novela de Elvira Navarro, Las voces de Adriana (Random House), y que impregna todo el relato. Inicia su aprendizaje de la muerte desde el profundo miedo a la orfandad tras la pérdida de la madre y el padre enfermo. Con una vida en suspenso, paralizada, encontrará su asidero en la recreación de la memoria de los que ya se han ido. La autora de La isla de los conejos construye un tríptico en el que desciende de un presente dominado por la precariedad y las redes sociales hasta los traumáticos inicios del siglo XX. Centra la primera parte en la relación de Adriana con su progenitor, un vitalista mujeriego que rechaza los cuidados tras sufrir un ictus. Le sigue La casa, espacio turbador que cobijó su infancia y que convoca los recuerdos de la madre y la abuela. Cierra Las voces, un cruce de monólogos narrados por el personaje central en el que las tres mujeres rememoran sus insatisfacciones, ausencias y obsesiones. En esa indagación, se cuestiona cómo pervive, conservamos y evocamos el pasado, y el peso de esa herencia familiar en la conciencia. (Foto, Rubén Bastida).