974.- Biblioteca Pública.- Fermina Cañaveras novela en El barracón de las mujeres la esclavitud sexual y el horror que sufrieron en el campo nazi de Ravensbrück
(Entrevista de Manuel Sollo). FELD-HURE, “puta de campo”. Este era el tatuaje que los nazis grababan en el pecho de las mujeres destinadas a ser esclavas sexuales. Así lo cuenta Fermina Cañaveras en su primera novela, El barracón de las mujeres (Espasa). Narra desde la ficción el drama de Isadora Ramírez, fallecida en 2008, a la que sitúa como una de las supervivientes de aquel horror. La obra integra dos relatos: el de una historiadora y periodista, alter ego de la autora, que descubre e investiga la odisea de Isadora, y el de esta protagonista, que cuenta en primera persona su terrible aventura desde la represión al final de la Guerra Civil hasta su regreso a Madrid, tras la liberación del campo de exterminio. Cuenta cómo encerraban a estas mujeres en un campo de concentración propio, el de Ravensbrück, donde pudieron estar unas cuatrocientas españolas. De ellas, al menos veintiséis fueron obligadas a sufrir todo tipo de abusos. Según las revelaciones, aquí ficcionadas, de Cañaveras, eran violadas entre quince y treinta veces al día por oficiales, soldados y capos, presos que colaboraban con los guardias, y las embarazadas eran sometidas a crueles experimentos médicos.