949. Biblioteca Pública - Bécquer 1862. José María Jurado García-Posada elucubra con un viaje del poeta a la Sevilla de los Montpensier y su relato en seis cartas anónimas
(Entrevista de Manuel Sollo). ¿Es posible que Gustavo Adolfo Bécquer regresara a su Sevilla natal en 1862 desde el Madrid donde encontró la gloria literaria? No hay pruebas fehacientes de ese viaje, pero sí seis cartas anónimas que publicó su periódico, El Contemporáneo, sobre las fiestas de primavera de aquel año. Esos documentos fueron encontrados por el escritor e ingeniero en telecomunicaciones José María Jurado García-Posada, quien elucubra sobre la autoría en el libro Bécquer 1862. Un paseo literario por Sevilla (Athenaica). El ensayista desgrana los indicios sobre la verosimilitud de su hipótesis: de los rasgos estilísticos al profundo conocimiento de una ciudad entre la tradición y la modernidad. Aquel periodista desconocido se desplaza como un flaneur que cuenta a pie de calle y a manera de reportajes “los cuatro movimientos de una impresionista sinfonía sevillana”: la Semana Santa, los toros, el flamenco y la Feria de Abril. Son paisajes y escenarios becquerianos en la llamada «corte chica» de los duques de Montpensier. El volumen, que recoge íntegramente las cartas, reproduce también numerosas fotografías, estampas, litografías y pinturas del costumbrismo local, algunas de ellas firmada por José Domínguez Bécquer, padre del autor de las Rimas.