Biblioteca Pública - Laureano Debat reconstruye en Casa de nadie su convivencia real con dos prostitutas, madre e hija, en un piso de Barcelona
(Entrevista de Manuel Sollo). Un joven argentino llega a Barcelona en 2010 con una beca para estudiar un máster en Creación Literaria. Dos mujeres de la alta sociedad chilena, Jimena y Sonia, madre e hija, le alquilan una habitación en su céntrico piso. Poco después sabrá que ambas trabajan como prostitutas en el mismo apartamento. Aquella experiencia real de nueve meses de convivencia la cuenta Laureano Debat en su primera novela, Casa de nadie (Candaya). Recupera las notas de entonces para reconstruir hechos y confidencias de una relación de amistad. Más que en el sexo, se adentra en el pasado y el presente de sus protagonistas, en la intimidad de sus rutinas, en la trastienda de sus preparativos. No hay violencia física, pero sí un precipicio de adicciones y traumas, de ansiedades y sufrimientos, una salud mental quebradiza. De fondo, la casa como un no-lugar y una ciudad azotada por la crisis económica y política. Escenarios que agudizan la precariedad de estos personajes migrantes. El argumento de esta obra apareció en una crónica incluida en Barcelona Inconclusa, el primer libro de Debat.