928. Biblioteca Pública - Marina Perezagua aúna en su primer poemario, Nana de la medusa, la pasión sexual y los claroscuros de la maternidad en un mundo amenazante
(Entrevista de Manuel Sollo). La soledad del confinamiento, la pasión amorosa y el sexo desbordado, el dolor de la ruptura, los claroscuros de la maternidad, la felicidad vitalista de la hija alumbrada. En estos mares ancla Marina Perezagua su primer libro de poesía, Nana de la medusa (Espasa es Poesía). La intimidad desnuda, entre la locura y el bienestar, se desborda hacia la cruel deriva del mundo, con las amenazas ciertas contra la naturaleza y la libertad. Irónicos y sensuales, la autora agavilla versos en torno a las incertidumbres cotidianas de lo urbano y su transformación personal tras el parto en Nueva York, donde reside desde hace una veintena de años. De la inquietud y el amor emerge una niña que le enseña a ser madre, que la salva y a la que cuida como una pequeña estrella en un mar tan acogedor como apocalíptico. Sevillana de 1978, Perezagua es profesora de Escritura Creativa en la universidad neoyorquina. Recientemente, ha obtenido el IV Premio Internacional de Relatos Hamman Al Ándalus por su cuento Crudito, también sobre la maternidad y sus dificultades.
