Fátima Akil y Assia Ahmed Mohamed viajaron a Siria, desde Ceuta, en 2014. La primera para encontrase con su marido y la segunda para casarse con un yihadista célebre por su nivel de crueldad, Kokito de Castillejos, al que se recuerda por las imágenes que difundía en redes sociales y en las que mostraba cabezas cortadas. Ambos fallecieron en acciones terroristas. En diciembre del año pasado, las dos jóvenes intentaron regresar a España, momento en el que fueron detenidas en Turquía. Ahora, han sido expulsadas de ese país y la guardia civil las ha detenido a su llegada al aeropuerto de Barajas. La lucha antiterrorista las considera un peligro para la seguridad nacional porque permanecieron, durante más de dos años, en territorio controlado por Daesh, de forma voluntaria, casadas con yihadistas que protagonizaron asesinatos en masa. Esas relaciones las han convertido, además, en elementos clave para la organización terrorista, que podría utilizarlas como reclutadoras, en nuestro país. Pasarán a disposición de la Audiencia Nacional, acusadas de pertenencia a organización terrorista.