Portugal endurece el confinamiento general decretado la semana pasada y cierra los colegios durante dos semanas.
Desde el 22 de enero las aulas empezarán un cierre durante los próximos quince días que será, además, una suspensión total de la actividad lectiva, es decir, no se pedirá aplicar enseñanza a distancia, según ha explicado el primer ministro António Costa.
Este cierre afecta a todos los niveles educativos. Una decisión con la que las autoridades quieren frenar la propagación de la variante descubierta en el Reino Unido. Por eso, también pide Costa a las empresas el fomento del teletrabajo y que la atención en los servicios públicos sea realice unicamente con cita previa y en asuntos ineludibles. Una decisión que llega después de que Portugal haya sumado 13.500 nuevos casos positivos por coronavirus y 221 muertos con coronavirus en las últimas 24 horas, la peor cifra desde el inicio de la pandemia.
Informa Santiago Barnuevo.