"Wild man blues" Louis Armstrong

Por sangrante que parezca, incluso la Iglesia Católica estadounidense, esa que se ha visto salpicada de numeroso escándalos de pederastia, defendió la prohibición del jazz como una música que corrompía a la juventud. Pero no sólo en Estados Unidos. El día de Año Nuevo de 1934, el reverendo Peter Conefrey y el Cardenal McRory encabezaron en la localidad irlandesa de Mohill una furiosa marcha de protesta contra el jazz, cuya prohibición demandaron a las autoridades de la República, alegando que ?el jazz y sus bailes eran motivo de escándalo y de ruina moral, espiritual y material?. No consta, en todo caso, que tan ilustres prelados de la Iglesia consiguieran más que los discos de jazz dejaran de venderse durante algún tiempo en las tiendas de su feligresía. Y aquí paz y después gloria, la gloria de Louis Armstrong.