La seguridad sanitaria de los viajes primará por encima del precio en el turismo postpandemia. Si antes el viajero valoraba un buen precio de un billete de avión, cuando superemos la crisis sanitaria será la seguridad lo primero que tendrá en cuenta. Así lo cree el presidente de la Asociación de Agencias de Viajes de Cantabria, Eduardo García. Optimista por naturaleza, aunque ha sido un año muy duro para su sector, considera que este verano puede comenzar la recuperación, pero será lenta, y advierte de que se tardarán años en recuperar lo perdido. De hecho, vaticina que los niveles de 2019 no se recuperarán hasta 2023.
“Los grandes viajes, autobuses enteros, viajes masificados, van a cambiar seguro. Se va a ir a lo que yo llamo “viajes cápsula”, un pequeño grupo familiar, un grupo de amigos, todo en privado” augura Eduardo García. “Si antes primaba el precio en el coste de un billete de avión, y ahora va a primar el nivel sanitario. Si hay una compañía con un nivel mínimo de casos, que exija unas garantías importantes a los clientes, eso se va a tener más en cuenta que el precio. Va a primar el turismo seguro, sanitariamente hablando”.
Los últimos doce meses han sido trágicos para las agencias de viajes. Prácticamente sin facturación, han tenido que hacer frente a devoluciones por cancelaciones de viajes, y aún tienen pendientes muchos bonos, emitidos a la espera de que mejorase la situación sanitaria. Unos bonos que caducan pronto, y que plantean un serio problema al sector. “Si los proveedores siguen sin devolver esos bonos, las agencias de viajes no podemos asumirlo”.