Con el final del verano casi llegando como decía la canción, muchos pueblos cierran fiestas populares que estos meses han llenado sus calles. Actividades de todo tipo en las que se juntan pequeños y mayores, pasado y futuro. Y aunque en los pueblos muchas tradiciones mandan, la sociedad y sus sensibilidades mantienen una lucha interior entre cómo cuidar la nostalgia de las raíces sin descuidar el respeto al entorno, ntural y animal. En Junio se concedieron desde la Junta de CyL y desde la consejería de Cultura previa rueda de prensa, 270.000 euros a la Fundación Toro de Lidia, para organizar el circuito de novilladas cuya final se disputa este sábado en Sahagún en León. La orden emitida recogía entre otros aspectos la "promoción de eventos taurinos protagonizados por jóvenes profesionales taurinos y destinados a un público igualmente joven". En el cartel de estos festejos y con el logotipo de la Junta aparece entre las actividades de este sábado un taller para aprender a hacer banderillas a la juventud u otro titulado, aprende a poner un par de banderillas con las cuadrillas actuantes de la gran final. El consejero de Cultura, Gonzalo Santonja de Vox niega que estos cursos cuenten con dinero del gobierno autonómico.
Respondía así a la pregunta formulada por el PSOE y por Pablo Fernandez de Podemos que encontró hasta 28 adjetivos para calificar así, de seguido, casi en orden alfabético lo que le parece este curso que se ofecerá en apenas 4 días a los chavales.
Los humanos y los animales, los racionales e irracionales abren hoy la primera página del informativo. Y en medio, los más pequeños.
2 accidentes laborales.... Un trabajador de 62 años falleció ayer tras haber sufrido una caída desde una escalera, de una altura de unos tres metros, en un domicilio ubicado en la carretera nacional N-122, a su paso por la localidad burgalesa de Nava de Roa.
Un trabajador de unos 50 años ha sido evacuado en UVI móvil al hospital de Salamanca después de haber quedado atrapado tras haberse producido un desprendimiento de tierra ocurrido en una fábrica de embutidos de la localidad salmantina de Guijuelo