Tras medio año con los talibanes en el poder, Afganistán está sumida en un inminente colapso económico cruzado por una crisis humanitaria sin precedentes y con derechos fundamentales claramente resentidos, especialmente en el caso de las mujeres. Afganistán no está en guerra, pero es un país alimentado de varias crisis.
El 15 de febrero de 2022 se cumplen seis meses desde que se desatara el temor del regreso al pasado. Desde un primer momento, el régimen quiso ofrecer una visión menos intolerante para ganarse cierto reconocimiento y, en definitiva, para no perder al capital extranjero. Antes de la vuelta al poder de los talibanes, el 75% del presupuesto del gobierno afgano procedía de países y organismos internacionales.
Luis Montero, encargado del sonido, y Guillaume Bontoux, del área de Internacional de RNE, están en Kabul recorriendo la capital y algunos lugares cercanos para contarnos todos los detalles.