Sudáfrica es el país del mundo con mayor prevalencia de VIH en adultos. Desde hace 15 años, tiene el sistema más completo para que los pacientes puedan llevar una vida lo más normal posible. Durante la primera ola de la pandemia, sin embargo, se temió lo peor. Lo explica Eric Goemare, histórico director de Médicos Sin Fronteras en Sudáfrica que puso en marcha los programas pioneros en el país: “Cuando empezó la pandemia, entramos en pánico. Pensamos que las personas inmunodeprimidas iban a morir en masa”. Andile se enteró de que era positivo hace 17 años: "Me costó mucho ir a hacerme la prueba y cuando di positivo, me hundí. Intenté ahorcarme pero mi hija pequeña me vio y me ayudó". Hoy, es mediador de la Treatment Action Campaign y reconoce que, con la llegada del COVID-19, ha empeorado la atención: “La gente que vive con VIH y SIDA ha sufrido mucho durante la pandemia. Porque el gobierno cambió el foco hacia la covid-19 con todos los recursos y se dejó de lado la atención no solo al VIH, también a la tuberculosis u otras enfermedades".
Informa Santiago Barnuevo, enviado especial a Ciuda del Cabo (Sudáfrica).