Da la vuelta a los nombres hasta que parecen un calcetín. "El lenguaje debe tener, más que exactitud, resonancia". Así, interviene "emocionalmente en nosotros". Su plasmación de lo que pasa en la calle, podríamos decir, muere en la persona que la pasea. Su escritura, afirma, tiene que ver con el tiempo y con el yo. Y ese es un paraguas bajo el que cabemos todos. A pesar de que ha practicado casi todos los géneros, Tomás Sánchez Santiago es poeta. Y de una filiación tan concreta y elevada que le lleva, por ejemplo, a responsabilizarse de la antología que Alianza publicó, en 2013, de Antonio Gamoneda. Por su cuenta y, sobre todo, por su riesgo ha dado a luz de imprenta el negro de una poesía que se reúne, en 2019, bajo el título Ese otro orden. 1979-2016, y que encuentra continuación en El que menos sabe (2024). En otro registro, de corte ¡quizá! reflexivo -conectado a la memoria, el diario, el descubrimiento y la poesía-, La belleza de lo pequeño (2022), también en Eolas, podría 'resumir', fragmento a fragmento, su escritura en el tiempo -así como en el yo-.
Círculos concéntricos
Tomás Sánchez Santiago. Realidad consignada
15/09/2024
17:42