Es una mujer alegre que respira pasión por la música por los cuatro costados. Es violonchelista y nació en una familia de artistas y músicos. Su padre era pianista y ella jugaba de pequeña debajo del piano de cola porque ese sonido formaba parte de su oído. Estudió en el conservatorio y cuando tocaba salir a la calle a ganarse la vida “llegó puntual a la crisis del 2008”, como relata, como le ocurrió también a sus compañeros músicos pero ella decidió hacer algo diferente. Una orquesta de cuerda de mujeres, la Orquesta de cámara de mujeres Almaclara Inés Rosales .
Beatriz se interesó por las historias de las mujeres que convivieron artísticamente con Schumann, Brahms o Mendelssohn y que fueron grandes compositoras también pero no sólo. Mujeres que en aquella época socialmente no eran reconocidas por su valía artística aunque muchas lograron hacer de la música el pilar de sus vidas y compaginarlo con la crianza. Eran artistas invisibilizadas públicamente que, sin embargo, en muchos casos están presentes en las composiciones que firman músicos de reconocido prestigio.
De hecho , Almaclara es la fusión de dos grandes mujeres artísticas que Beatriz admira como son Alma Mahler y Clara Schumann. Una declaración de principios en toda regla que para su directora es la base de la orquesta. Reconocer y visibilizar a mujeres como Alma o Clara, entre otras, que fueron igual de buenas o mejores incluso que sus coetáneos pero que por ser mujeres en aquella época no merecían el mismo respeto.