Una mujer con carácter que desde joven quiso transgredir con el teatro, siendo mujer, directora de sus obras diversas porque para ella el teatro es social, es educativo y es diversidad. Empezó en un pueblecito de Jaén, en Torreperogil de dónde proviene, de la mano de su hermano porque sus hermanos ya estaban liados con el teatro de aquél entonces. Se enganchó a contar historias y cogió las riendas de sus propias historias encima del escenario de pueblo en pueblo con obras provocadoras de Darío Fo sobre las mujeres que encendían a los hombres cuando escuchaban sus monólogos. Pero ella no se achantó y siguió formándose. Su teatro era un teatro social que relataba otras historias más allá de la realidad convencional e incluía a personas diversas. Con el tiempo se dio cuenta que lo que ahora se llama teatro inclusivo, ella ya lo tenía integrado desde la naturalidad. Porque no hay excusa que valga para que nadie se sienta fuera de un escenario si quiere y puede contar una historia con su propio lenguaje y sus herramientas. Y así lo hace Nati Villar como directora de la escuela de teatro municipal ‘Ricardo Iniesta’ de Úbeda que este año ha ganado el Premio Max de Carácter Social 2020.
Construyendo memoria
Nati Villar y teatro social son sinónimo
28/04/2021
27:24