María García se quedó embarazada a los 16 años en un tiempo dónde ser madre soltera era una vergüenza para las familias y para la sociedad. En aquella época casaban a las niñas para ‘evitar la vergüenza’. Suerte que el padre de María les echó de su casa cuando se presentaron dos señores mayores, uno casado con otra jovencita que había perdido el brillo de los ojos. Al contrario. María tenía claro que a ella la iban a respetar precisamente por ser madre soltera. Porque fue su decisión tener a Tomás y criarlo con la ayuda de unos padres que la apoyaron en todo momento. Aún así, vivió el desprecio de la sociedad, intentos de violación por ser madre soltera y aislamiento social hasta que logró crear Isadora Duncan, el primer recurso laico para madres solteras en 1989 que sigue siendo un referente internacional para muchas mujeres.
Empezaron siendo 6 jóvenes madres solteras las que crearon la asociación. La casa de los padres se María se convirtió en la sede y llegó a acoger hasta diez madres solteras al principio. Poco a poco fueron organizándose y a día de hoy Isadora Duncan está más que consolidada.
María fue la primera madre soltera en este país que tuvo un libro de familia y lo cuenta orgullosa. Luchó para que a las madres solteras se les considerada una familia con sus derechos y con sus deberes pero nunca una circunstancia.