El agua es vida, pero su carencia es pobreza y enfermedad para 700 millones de personas. Por eso, Naciones Unidas convirtió el acceso al agua en derecho humano, y en uno de los siete objetivos mundiales para un mínimo bienestar. Por eso, y porque España tiene una dilatada experiencia en gestión del vital líquido, la cooperación española creó un Fondo para ayudar a Latinoamérica a reducir la pobreza gracias al agua, que en siete años y 66 proyectos llevó agua a 3 millones de personas, 1150 escuelas, y formó a 11000 profesionales, además de crear 800 comités de gestión en 19 países.
Lo analizan los Ministros de Planificación de Bolivia y Haití, René Orellana e Yves Germain Joseph; los de El Salvador, de Exteriores, Hugo Martínez, y de Medio Ambiente, Lina Pohl; además de la viceministra de Exteriores de Nicaragua, Verónica Rojas; y el encargado del proyecto de agua en la Bahía de la Habana, Cuba, Yosbany Simón Gil.