Una nueva oleada de ataques con drones y misiles rusos ha causado graves daños en las infraestructuras energéticas de cinco regiones, sobre todo en Jarkov, que se ha convertido en las últimas semanas en el principal objetivo de Moscú en las últimas semanas. Decenas de miles de personas se han quedado sin electricidad. Hay cuatro víctimas mortales. Un nuevo ataque que pone de relieve la vulnerabilidad de Ucrania y la necesidad de reforzar sus sistemas de defensa antiaéreos.
Mientras, en Israel, el gobierno de Netanyahu espera la respuesta de Hamas a la nueva propuesta de tregua en Gaza, después de que el ejército israelí matara a tres hijos y dos nietos del líder del movimiento islámico, Ismail Haniye, algo que se teme que pueda influir en la negociación.