Cada vez es más habitual encontrar en los medios de comunicación noticias relativas a los acontecimientos que tienen lugar en el Sahel. Los secuestros de ciudadanos occidentales, varios de ellos asesinados, han vuelto los ojos de la opinión pública hacia esa zona. Sin embargo, el Sahel y sus problemas son mucho más que recortes de prensa. Es el área situada entre el sur del desierto del Sahara y el norte de las sabanas y selvas del Golfo de Guinea y África central. Cerca de 4 millones de kilómetros cuadrados entre el océano Atlántico y el Nilo Blanco.
La mayor parte de las iniciativas europeas en Sahel se han limitado a la concesión de ayudas al desarrollo, dejando que Francia lleve el peso de la presencia y actuaciones en la zona. Como excepción significativa tenemos los dispositivos generados para hacer frente a la inmigración ilegal (FRONTEX). España no ha sido una excepción dentro de la Unión, y ha actuado tradicionalmente con un perfil muy bajo; nuestros intereses allí siempre han sido escasos.
Hablamos de las relaciones que nuestro país tiene con el Sahel unilateralmente y en el marco de la Unión Europea con Julio Trujillo, periodista especializado en relaciones internacionales.