Foto: Alba Muriel. Fondo: Compañía Nacional de Danza
Comenta Tamara Rojo, bailarina española y directora del ENB que “Petipa fue el más grande de los coreógrafos clásicos. Era nuestro Mozart. El rol de Raymonda es uno de los papeles más importantes a los que una bailarina se puede enfrentar. Hay siete solos. No termina nunca. Tienes que usar todos tus recursos técnicos: hay que saltar en pointe, girar, equilibrios, hacer un adagio, un staccato… contiene todo el vocabulario de una bailarina. Raymonda es alguien que no para de bailar, pero nunca entendemos quién es, ¡cuál es su motivación, por qué elige casarse con Jean y por qué desprecia a Abdur! Hay muy poca perspicacia, las cosas, sencillamente, le pasan”.
Disfrutemos esta noche con la última obra maestra del ballet imperial: Raymonda