En la segunda hora del programa intentamos averiguar las iniciativas españolas que existen para desmontar el juego psicológico de la yihad. ¿Cómo evitar la radicalizaición de los jóvenes?
Raúl Jiménez, concejal de Derechos Sociales y Participación Ciudadana del Ayuntamiento de Málaga, nos informa del "Plan Transversal por la Convivencia y contra la Radicalización Violenta" que llevan a cabo en la ciudad. Todas las medidas que incluye este programa pionero parten del mismo punto de vista: considerar que las personas que caen en estas conductas son víctimas y fomentar el trabajo en red con los diferentes estamentos sociales.
Entre los proyectos que se están poniendo en práctica destaca uno en el que trabajan con mujeres, quienes educan a los niños que pueden acabar en las manos de la denominada “guerra santa”. Conocemos el testimonio de Ravía Zbakh, musulmana que da clases en asociaciones de mujeres (principalmente musulmanas) para que abran los ojos a un mundo, en ocasiones ajeno a ellas, el de los derechos humanos, el del respeto y la integración. Pertenece a la Asociación Prodiversa.
Los casos conocidos de jóvenes entregados a esta propaganda radical coinciden en determinados parámetros: desarraigo, falta de proyecto de vida, paro o trabajos inestables y en situación de exclusión social. De ahí que la educación esté en el punto de mira de varios de los mecanismos que hay en marcha contra esta radicalización. Uno de ellos es el "Role Models". Está gestionado a través del Programa Erasmus+ del Sepie, el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación, organismo autónomo del Ministerio de Educación. Conocemos de primera mano quiénes son esas figuras inspiradoras que puedan evitar que un joven sea reclutado por la yihad con Pablo Martín González, director del Sepie.
Cataluña es la región española de la que procede la mayoría de las comunicaciones ciudadanas anónimas que recibe el Ministerio del Interior, por medios telemáticos, relacionadas con posibles casos de radicalización violenta u odio.
Los presuntos terroristas que integraron la célula de Ripoll que en agosto atentó en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils (Tarragona) son jóvenes que habían realizado prácticamente toda su escolarización en Cataluña. ¿Se podría haber descubierto que se estaban radicalizando?
Desde octubre de 2016, un año antes de los atentados, fruto de la colaboración entre las consejerías de Interior y de Educación, había empezado a aplicarse en los centros educativos un protocolo para detectar alumnos que estén en proceso de radicalización. Daniel, subinspector de la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra y Marta Pons, directora del Instituto Pérez Ribot, de Vilasar de Mar de Barcelona, nos explican cómo colaboran para que desde las aulas se puedan identificar los signos de un comportamiento así.