¿Qué hay detrás de este cúmulo de sentimientos y coincidencias neuronales que hace que tamicemos la realidad y los problemas hasta el punto de hacernos más llevadera la solución? Asistimos al espectáculo-monólogo de la artista Sara Escudero en el Teatro Cofidis Alcázar. ¿Es el monólogo el heredero del chiste?
Nos visitan Tomás Gallego y Manuel Álvarez, académicos del Instituto Quevedo del Humor. Dicha entidad estudia, difunde e investiga el humor en todas sus facetas desde el año 2011. Creado por el Patronato de la Fundación General de la Universidad de Alcalá, forman parte de su consejo representantes del mundo del humor, asesores en educación, salud, psicología, etc. como Elvira Lindo y Luis Piedrahita.
¿Recuerdas al protagonista de la película La vida es bella? Guido Orefice, un judío italiano dueño de una librería que acaba en un campo de concentración nazi con su hijo, convierte cada minuto de su existencia, gracias al humor, en un camino que les aleja de ese horror que les toca vivir. Su homólogo español se llama Rafael Córdoba. Este maestro gallego es el alma de cualquier fiesta. Con su megáfono, disfraz y chistes transforma la adversidad en una sonrisa. Desde el campo de fútbol hasta un cumpleaños. Y todo por amor al humor. Hace 10 años que perdió a su mujer. Padre de tres hijas, su lema es que "hay que mirar la vida con optimismo".
¿Esto del humor y la gracia se aprende o se lleva en los genes? Lo averiguamos con la Escuela de las Artes de la Comedia. Sus fundadores saben y mucho de comedia y aquello de "qué dura es la vida del artista". Son Sandra Reyes y su marido, el humorista Carlos Ramos. Sandra es representante de artistas. ¿Quién acude a este tipo de clases? Los llaman los "maestros de la improvisación".