Emitimos desde el Teatro Real con un piano de cola de fondo y los tejados del Madrid de los Austrias como horizonte. Hablamos de uno de los caminos más maravillosos que hay para salir de un contexto difícil, de la falta de recursos, de las malas compañías, de los problemas de conducta. Esto es lo que consigue la Fundación Acción Social por la Música siguiendo el método del venezolano José Antonio Abreu con el que se cambia la vida de un niño al entregarle un instrumento musical.
"Detrás de cada instrumento hay un ser humano" dice Rubén Cova, director musical y uno de los fundadores de este método en Venezuela. "Es emocionante ver a los padres en este templo de la interpretación, gente que de otra manera nunca habría entrado aquí y, sobre todo, viendo cómo sus hijos son protagonistas" nos cuenta la fundadora y presidenta de la FASM, María Guerrero.
"Estamos convencidos del poder transformador e inspirador de las notas musicales" nos dicen los responsables del proyecto, por eso sus profesores son directores de orquesta implicados, que actúan como maestros agentes de cambio. Entre ellos, Patricia Abdelnour, directora de la Fundación, venezolana y que ha pertenecido al equipo directivo del Sistema de Orquestas Juveniles e Infantiles de Venezuela. De este método han salido cientos de exitosos programas académicos, orientados a la inclusión social a través de la música. Entre sus discípulos está el director de orquesta Gustavo Dudamel.
Génesis Peña es la profesora responsable de la orquesta de iniciación. Para transmitir la importancia de lo que hacen a los niños y niñas, en primer lugar les enseñan a fabricarse sus propios instrumentos con cartón. Esto es lo que tuvo que hacer Emily Benítez, de 2º Primaria y con 9 años, que toca el violín y que se atreve a interpretarnos parte de una pieza en De lo más natural al igual que Pablo Colomina, de 12 años que con su padre Fermín delante reconoce: "Para mí la música es lo mejor".
También hablamos con Nathaly Ossa, profesora que formó parte de la primera generación de la Red de Escuelas de Música de Medellín y Ana Fraile, directora del Colegio Pío XII de Madrid y uno de los más implicados en colaborar porque "han demostrado que es eficaz".
Héctor Fernández viene con su madre Carmen García. "¿Quién dice que una persona con síndrome de Down sea discapacitada? Tienen capacidades diferentes y muchos de ellos son grandes músicos. Héctor es un "colega" de radio también. La Fundación lleva a cabo un programa para personas con diferentes capacidades de la que forman parte entidades como la Federación Autismo Madrid.
Mientras, en la sala contigua, la de Conciertos, cientos de menores están preparando lo que es su final de curso en el Teatro y nuestros micrófonos entran y salen, intentando molestar lo menos posible.
Terminamos con dos de los grandes colaboradores de la Fundación Acción Social por la Música en España: el vicepresidente de la Fundación Repsol Ignacio Egea y el director general del Teatro Real, Ignacio García-Belenguer. Este último nos pasea por los rincones de este enclave que tiene tanta historia. Y ambos sentencian: "Elegimos muy bien nuestros compañeros de viaje y el objetivo en esta fundación es muy loable". El punto final de nuestro programa lo pone Héctor: "La música es la vida y lo es todo".