Jon Ander Serantes, portero del Avispa Fukuoka, desgrana en Desafío Tokio cómo han sido los últimos meses en Japón, un país que ha sufrido 17.000 contagios y menos de 900 muertos por el coronavirus.
Asegura que han sido "unos meses de incertidumbre" estando lejos y explica que en su ciudad, Fukuoka, de poco más d emillón y medio de habitantes, el confinamiento "ha sido voluntario más por parte del club. En Japón no ponían multas, la gente es muy responsable y desde el principio iban con mascarillas, pusieron mamparas protectoras, geles en los sitios públicos y los secadores de manos desconectados".
Sobre el comportamiento de los japoneses: "Me sorprendió que cuando recomendaban estar en casa parecía que estaba todo normal. Muchos iban a trabajar porque aquí es una deshonra no hacerlo y además hay qente que lo necesita para vivir día a día".
El club les recomendaba "hacer algo de deporte por la mañana en horarios que hubiera poca gente y salir solo a comprar". A pesar de ello le ha resultado un poco difícil entrenar: "El 90 por ciento tenemos casas más nomales no como las que hemos visto de otros entrenando en casa que no les hace falta ir a entrenar", bromea. Aunque admite que "no le ha faltado de nada" porque pidió material al equipo.
En cuanto a los Juegos Olímpicos admite que "estaban muy ilusionados".
Sobre su vida allí dice que "es una pasada" y que en principio "no se plantea vovler a España a jugar".
Por último, sobre la situaciñon de su exequipo, el C.D. Leganés: "Espero y deseo que se salve. Desde que llegó Aguirre el equipo ha mejorado muchísimo. Nadie daba un duro por ellos y ahora lo tienen ahí".