Tayip Erdogan afirmó que el golpe de estado era un regalo de Dios que serviría para limpiar el ejército, y está llevando a cabo lo que prometió, cuando en la madrugada del sábado aterrizaba en Estambul, para hacer frente a los militantes sublevados. Hay 103 generales y almirantes detenidos, que se suman a los más de 7.000 soldados, policías, jueces y civiles arrestados desde el viernes por su supuesta relación con el fallido golpe militar. Desde el primero momento, el presidente denunció que los golpistas recibían órdenes desde los Estados Unidos, de Fetulah Gulem. Este partidario del Islám moderado, este millonario, que se autoexilió en Pensilvania, mantiene una gran influencia sobre grandes sectores de la sociedad turca, y pese a condenar el golpe de estado, el gobierno turco insiste en pedir su extradición a Washington. Tres días después de la rebelión militar, el liderazgo de Erdogan se ha engrandecido, y sus rivales, dicen que está aprovechando la situación para cimentar aún más su autoritarismo en un sistema democrático cada vez más cuestionado por la comunidad internacional (18/07/16).
Diario de las 2
Erdogan toma represalias contra los golpistas
18/07/2016
04:51