A los mayores les sobran años. A los jóvenes les falta experiencia. Y hay colectivos enteros, caso de los militares, obligados a retirarse con cuarenta y cinco años. Sobre ese terreno nacen iniciativas como la Plataforma Cívica Contra la Discriminación por Edad. Acaba de ver la luz y ha dejado una carta en el congreso, para pedir a sus señorías que el estado no aliente a base de ayudas la obsesión por la eterna juventud. Hablamos con personas mayores a las que el propio servicio público de empleo ha negado la asistencia a cursos de su interés por superar la edad. En el otro extremo, jóvenes que (por unos meses) han perdido contratos. Cumplidos los treinta las empresas te rechazan, ya que no pueden beneficiarse de las bonificaciones del contrato de formación.
Diez minutos bien empleados
Los excluidos del mercado laboral
21/05/2018
17:41