Emprendedoras rurales: sin unión no hay futuro
Ser mujer, tener entre 20 y 65 años y vivir en un pueblo es, en la actualidad, sinónimo de desempleo o de inactividad laboral. Las posibilidades de encontrar un trabajo en el entorno rural son bastante limitadas. Las opciones, en la mayoría de los casos, se reducen a dos: renunciar a tener un empleo o renunciar a vivir en el pueblo. La alternativa, para aquellas que no quieran resignarse, el emprendimiento y la cooperación.
La fábrica de Komvida, Muuhlloa cosmética natural y la Cooperativa rural de servicios de proximidad de Saldaña, tres ejemplos de ello. Y para ayudar y acompañar a nuevos proyectos, Ruraltivity, una lanzadera de apoyo que nos recuerda que el futuro en el medio rural es posible y pasa porque la mujer se quede en los pueblos.