Diosas y rebeldes   La actriz que dormía en un ataúd y conquistó el mundo 03/06/2024 15:00

Sara vivió una infancia abandonada por su madre, que era cortesana ,y recluyó a su hija en un convento hasta que cumplió los 15 años, entonces su madre fue a recogerla con el propósito de que se convirtiera también ella en cortesana. Sarah se negó a seguir los pasos de su madre, en el convento había actuado en las funciones de teatro de las monjas y quería ser actriz. Su tesón y su talento la llevaron al triunfo más absoluto. Fue conocida como "La divina Sarah" por su inigualable éxito en los escenarios y también por sus numerosas excentricidades. Tras la muerte de su único esposo, se compró un ataúd para dormir dentro y se fotografió en el ataúd, además dejó que se vendieran las fotografías que se hicieron muy célebres. Sarah sentía una fascinación por los temas fúnebres. Pero a pesar de sus caprichos más raros, Sarah Bernhardt siempre trabajó de manera incansable y en innumerables proyectos teatrales demostrando un gran tesón, una inquebrantable profesionalidad y y un talento inigualable. Además de convertirse en la actriz más importante de su época, Sarah fue la primera actriz-empresaria del mundo del espectáculo. Sara vivió una infancia abandonada por su madre y recluida en un convento hasta que cumplió 15 años, entonces su madre fue a recogerla con el propósito de que se convirtiera en cortesana. Sarah se negó a seguir los pasos de su madre, en el convento había actuado en las funciones de las monjas y quería ser actriz. Bernhardt tuvo una vida sentimental muy llamativa, en la que destacan nombres como Victor Hugo, Gabriele D´Annunzio, Philippe Garnier, Gustave Doré Gabriele y el propio Eduardo, Príncipe de Gales, entre otros.

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