En 1850 los hermanos Allan y Robert Pinkerton fundaron la primera agencia de detectives del planeta en Chicago, La Agencia Nacional de Detectives Pinkerton. Unos años más tarde, en 1856 los hermanos querían contratar más detectives y pusieron un anuncio en el periódico de Chicago. Se presentó una joven viuda de 23 años llamada Kate Warne. Los Pinkerton pensaron que buscaba un trabajo de secretaria, la vieron despierta y decidieron contratarla. Kate se negó, ella quería ser detective. La mujeres no podían ser detectives. Ya iban a pedirle a Kate que se marchara cuando la joven les dijo: "Las mujeres somos las que menos sospechas levantamos y las que logramos que los hombres hablen más de la cuenta". Y la contrataron. Kate se inflitraba con mucha más facilidad que los hombres detectives. Kate se disfrazaba como nadie. Kate imitaba con mucho talento otros acentos y nacionalidades. Unos años más tarde fue ella quien descubrió un complot de los secesionistas más radicales para asesinar a Abraham Lincoln, se disfrazó, disfrazó a Lincoln le metió en un tren y le salvó la vida. Esta es la historia de la mujer que dio un gran paso para que las mujeres pudieran dedicarse a la profesión que quisieran y lo logró 60 años antes de que en EEUU permitieran a las mujeres ser policías. Kate Warne, una mujer, una diosa y una rebelde.
Diosas y rebeldes
La fascinante historia de la primera mujer detective
27/05/2024
12:52