Diosas y rebeldes   La Latina, la heroína de las letras 18/11/2024 10:26

Pero Madrid, aunque celebre su nombre y lleve un barrio en su honor, no la vio nacer. Su historia empieza en Salamanca, en 1465, en una familia de hidalgos que había perdido su fortuna, como tantas veces ocurre en esas vueltas cíclicas de la nobleza. Desde niña, Beatriz mostró una inteligencia resplandeciente, de esas que deslumbran y asustan a la vez. A los quince años, dominaba ya el latín, y no de cualquier manera, sino con una precisión y una elegancia que sobresalían. Leía los textos clásicos y se deleitaba con Aristóteles, profundizando en pensamientos que pocos hombres podían entender. A los veintiún años, estaba lista para ingresar en un convento y, allí, en la quietud de los claustros, entregarse al saber y la oración. Sin embargo, cuando ya estaba a punto de emprender ese camino, llegó la llamada que cambiaría su vida: la Reina Isabel la Católica la convocó a la corte. Se convirtió en la sabia, la ilustrada, La Latina. Una mujer, una diosa, una rebelde.

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