Ildefonso Cerdà fue uno de los fundadores del urbanismo contemporáneo. Su principal realización fue el ensanche de Barcelona, la mayor zona residencial de Europa y un monumento cultural, según José María Ezquiaga.
Cerdà, liberal-progresista nacido en Centelles (Barcelona) en 1815, formó parte del exclusivo Cuerpo de Ingenieros, que dominaba el Ministerio de Fomento en un tiempo de transformaciones urbanas ligadas al desarrollo industrial y al impacto de inventos como el ferrocarril y el telégrafo.
En el siglo XIX Barcelona conservaba su trazado medieval, las murallas constreñían el casco urbano, dificultaban su desarrollo y la ciudad sufría un grave problema de hacinamiento y salud pública. Pero en 1853 se aprueba el derribo de las murallas y en 1859 se da vía a un plan de ensanche que le dará una nueva forma.
Cerdà se va encargar del proyecto de ensanche, pero tendrá que afrontar la oposición de las autoridades locales, de la burguesía barcelonesa y de los arquitectos modernistas, que despreciaban su característica malla rectangular.
Su proyecto se apoyaba en un estudio pormenorizado de las necesidades de la ciudad y de su población, que publicó en su Teoría general de la urbanización. El plan Cerdà contemplaba la anchura de las calles, el porcentaje de edificación en las manzanas, la orientación y, sobre todo, las vías que unían el conjunto, proyectadas para una ciudad que aún no había experimentado la revolución de los transportes. Los amplios chaflanes, que Cerdà ideó para facilitar la visibilidad en los cruces de las vías, fueron uno de sus aspectos más originales que, con el tiempo, han demostrado su validez ante las necesidades del tráfico rodado.
Fueron muchos los ensanches que se desarrollaron en diversas ciudades españolas tras el plan de Cerdà. Valencia, Bilbao, Coruña, Alicante, San Sebastián, Elche o Madrid realizan sus ensanches en la segunda mitad del siglo XIX y comienzos del XX, y en ellos se puede apreciar la influencia del urbanista catalán.
Barcelona ha crecido durante 100 años a partir del dibujo de Cerdà, aunque muy desvirtuado por el exceso de densidad y la especulación del suelo. Aun así, la huella de Cerdà sobre su plano sigue siendo patente 145 años después de su muerte.
Con guion de Luis Miguel Úbeda, el programa cuenta con la participación de Ángel Martín Ramos, catedrático de Urbanismo y Ordenación del Territorio en la ETSAB y autor de El efecto Cerdà. Ensanches menores y mayores; Francesc Magrinyà, profesor del Departamento de Transportes y Ordenación del Territorio en la UPC y autor de La teoría urbanística de Cerdà y su aplicación al ensanche de Barcelona; Javier Muñoz, autor de La modernidad de Cerdà: más allá del ensanche; Estanislao Roca, catedrático emérito de Urbanismo de la ETSAB; José María Ezquiaga, profesor de la UPM, premio nacional de Urbanismo; y Salvador Rueda, teórico de las supermanzanas, presidente de la Fundación Ecología Urbana y Territorial y autor de Regenerando el plan Cerdà.