El doctor Vallejo Nágera, natural de Paredes de Nava (Palencia, 1889), desarrolló su carrera profesional en la medicina militar. y se vio muy influido por el eugenismo, una de las corrientes de la época que creía en la mejora de la raza humana a partir de la biología y la genética.
Vinculado a grupos de ideología ultra tradicionalista, dejará condensado su pensamiento en el opúsculo de 1936, Eugenesia de la hispanidad y la regeneración de la raza. En él definía la raza hispana, dotada del genotipo ibérico, que había que perfeccionar estimulando la fecundidad de los selectos, para así crear una supercasta hispana. Una tesis en la mezclaba planteamientos pseudocientíficos con ideas espirituales y religiosas.
Pero la principal aportación de Vallejo Nágera en los años treinta fue la aplicación de esas teorías a la política represiva franquista de la disidencia. Actuó como propagandista en contra del enemigo marxista, un término que englobaba cualquier ideología fuera del catolicismo y el pensamiento tradicional. Asimismo, convirtió la disidencia política en patología psiquiátrica y, desde esa posición, justificó la eliminación física del adversario: el encarcelamiento, el exilio, el robo de niños y el ostracismo social para los desafectos al régimen franquista.
En el intento de probar experimentalmente sus proclamas sobre la supuesta patología mental de los marxistas, Vallejo Nágera realizó un estudio, en plena Guerra Civil, con milicianas y brigadistas internacionales presos. Trabajo que publicó en 1938 con el título de Psiquismo del fanatismo marxista, con el objeto de demostrar, según sus palabras, la razón ética de su destrucción individual y colectiva.
Aunque Vallejo Nágera fue considerado como el padre de la psiquiatría en España, lo cierto es que su huella médica y científica ha sido escasa. Su vinculación con el eugenismo y la represión franquista y su falta de asiento científico en sus planteamientos, han hecho que su figura haya quedado desprestigiada y superada.
El programa, Disidencia y psiquiatría: el caso Vallejo Nágera, ha contado con la aportación de Ricardo Campos, investigador científico en el Instituto de Historia del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC); Enric Novella, psiquiatra y profesor de Historia de la Ciencia en la Universidad de Valencia; Enrique González Duro, psiquiatra y autor, entre otros, de Los psiquiatras de Franco; Ana Conseglieri, psiquiatra del Hospital Universitario Infanta Cristina de Parla; y de Olga Villasante Armas, psiquiatra del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.