Cuando se cumple el trigésimo aniversario de la caída del muro de Berlín, el proyecto de unificación de Alemania ha conseguido importantes logros, sin embargo, persiste un sentimiento de separación entre este y oeste que se levanta como un muro mental entre ambas comunidades, difícil de demoler.
El muro separó a los berlineses del este y el oeste durante 28 años. Con su caída, el 9 de noviembre de 1989, se empezaba a disolver el orden europeo establecido tras la II Guerra Mundial. El modelo comunista de los países del este cayó tras el impulso reformista del presidente soviético Mijaíl Gorbachov. La Alemania del Este desapareció y, apenas once meses después de la caída del muro, Alemania quedó reunificada en un solo país.
A pesar de la ilusión popular y el impulso inicial dado por las autoridades al proceso de unificación, la diferente historia entre el este y el oeste, y las desigualdades políticas, económicas y sociales, pusieron de manifiesto profundos problemas que siguen quebrando a la sociedad alemana.
Los datos oficiales revelan una clara convergencia social: el paro en el territorio oriental se ha reducido a mínimos (menos del 7%), los salarios se están equiparando (15% inferiores en el este) y la pérdida demográfica se está revirtiendo en los últimos años. Sin embargo, la participación de los ciudadanos del este en la vida del país es muy deficitaria; su representación en la administración, los medios de comunicación o las empresas, es escasamente una octava parte de su peso demográfico.
Seis de cada diez alemanes del este se sienten ciudadanos de segunda; solo el 40% considera que la reunificación ha sido un éxito y en los jóvenes se reduce al 20%. Por su parte, muchos occidentales consideran a sus compatriotas orientales como a los musulmanes, poco trabajadores y una carga para su economía.
Aunque la pérdida de población de Alemania oriental se ha reducido a 1,2 millones, la sangría demográfica ha dejado una sociedad envejecida con importantes vacíos en áreas rurales. La situación propicia la polarización política: la ultraderecha de Alternativa para Alemania se ha hecho fuerte en los territorios castigados por la despoblación, mientras que la izquierda postcomunista de Die Linke recoge un sentimiento nacional en torno a los valores del antiguo régimen comunista.
Documentos RNE, con guión de Juan Carlos Soriano y Miguel Ángel Coleto, recorre la historia y la realidad de este proceso que conduce al mundo actual. Lo hacemos con el análisis de los profesores de Ciencia Política, Ignacio Sotelo y José Ignacio Torreblanca; y de los profesores de Historia Contemporánea, Florentino Portero y Walter Bernecker. El periodista italiano de la agencia Ansa, Riccardo Ehrman, que formuló la pregunta al portavoz del Politburó Günter Schabowski que precipitó la apertura del muro, nos cuenta su vivencia de este momento. Asimismo, José Gabriel Herrero, corresponsal de RNE en Berlín, y Aurora Mínguez, corresponsal entre 1992 y 1999, nos describen la sociedad alemana desde su propia experiencia.