Documentos RNE se acerca a la misteriosa personalidad de Elena Ivanovna Diakonova, más conocida como Gala, esposa durante más de medio siglo de Salvador Dalí. La mujer que contribuyó a convertirlo, en lo bueno y en lo malo, en uno de los artistas más famosos del siglo XX.
Gala, nació en Rusia en 1984, en una familia de clase media, fue desde pequeña muy aficionada a la lectura. En la adolescencia padeció tuberculosis y sus padres la enviaron a un sanatorio en Suiza, cerca de Davos. Allí conoció a un joven francés, que se convertiría en su primer marido, el poeta surrealista Paul Eluard, con el que tendría a Cécile, su única hija. No sería una buena madre; su interés fundamental eran el arte y los artistas. Gala apoyó a Eluard, le ayudó a sacar lo mejor de sí mismo y, animada por él, mantuvo relaciones con otros hombres como el pintor Giorgio de Chirico o el alemán Max Ernst, del que terminó enamorándose. La pareja rompía con los moldes familiares y ella se comportaba como una mujer libre de entreguerras.
El verano del año 1929 viajó con su marido a la Costa Brava para conocer a un joven pintor que apuntaba maneras y que ya había hecho una película surrealista con otro amigo, llamado Luis Buñuel. Gala y Dalí se enamoraron. Él rompió con su familia y amigos para seguir a Gala a París, y ella abandonó a su marido y a su hija para apoyar y dar a conocer a aquel pintor, diez años más joven, extravagante e inseguro.
De su mano, el artista de Figueras se hará universal. El propio Dalí decidirá firmar sus obras con “Gala-Salvador Dalí”, para resaltar el papel de ella en sus creaciones. Gala se ocupará de toda la parte económica, será su marchante y resolverá las cuestiones prácticas. Pero, además, la enigmática rusa será inmortalizada como modelo de muchos de sus cuadros.
Los problemas entre ambos surgieron en la última parte de sus vidas. Ya septuagenaria, Gala, a la que muchos consideran la auténtica “avida dollar” – el nombre que André Breton había adjudicado a Dalí –, pretende combatir el paso del tiempo y se dedica a gastar dinero con sus jóvenes amantes y en las mesas de juego, ante la inquietud de Dalí. A pesar de estos desencuentros finales, cuando Gala murió, a los 88 años de edad, él estaba a su lado. Y ella había dejado dicho a los amigos más cercanos que cuidaran de él porque sin ella estaría perdido.
Modesta Cruz nos guía por la vida de la desconocida Gala, en esta edición de Documentos RNE, a través de los testimonios del propio Salvador Dalí. Para dar luz a su personalidad intervienen: la crítica de arte y autora de “Querida Gala. Las vidas ocultas de Gala Dalí”, Estrella de Diego; Monika Zgustova, traductora y autora de “La intrusa. Retrato íntimo de Gala Dalí”; la directora de la Fundación Gala-Salvador Dalí, Montserrat Aguer; y Silvia Munt, actriz y directora de un documental sobre la vida de Gala.
Histórico de emisiones:
26/05/2018
