Se entiende por Leyenda Negra la propaganda que se extiende por toda Europa contra España a partir del siglo XVI, cuando el imperio hispano abarcaba unos territorios tan extensos en los que, según Felipe II, ‘nunca se ponía el sol’.
Algunos autores hablan de una propaganda antiespañola ya en la Italia del siglo XIII provocada por la expansión de la corona de Aragón en el Mediterráneo, sustentada en una fuerte componente antisemita. Pero el momento crucial será en el siglo XVI, cuando el poder de los Habsburgo hispanos se encontraba en su cénit, y en el centro y norte de Europa surgían fuerzas nacionalistas que se van a oponer al imperio y al poderío de la monarquía hispana. En su lucha, estos grupos van a utilizar la propaganda como un arma potente que, si bien no es nueva, aparece fuertemente impulsada por la invención de la imprenta que alcanza un rápido desarrollo por toda Centroeuropa.
La religión protestante será enarbolada por los rebeldes de Las Provincias Unidas (Países Bajos) como bandera frente a una España que ven como símbolo del catolicismo más fanático y de la Inquisición, uno de los elementos principales de La Leyenda Negra, junto a las figuras del Duque de Alba y Felipe II, quien pasará a la historia de la leyenda como ‘el demonio del Mediodía’ y la representación del poder autoritario.
Las sombras de la colonización de América, apoyándose en los textos críticos de Fray Bartolomé de las Casas, o la derrota de la Armada Invencible frente a los ingleses, serán también argumentos en la construcción de esta leyenda que reaparecerá más tarde, en otros momentos de la historia, cuando España haya perdido ya su papel hegemónico en la política europea.
En su momento, el imperio de Felipe II no se preocupó demasiado por defenderse de esta campaña que, según muchos expertos, los propios españoles hemos contribuido a que se mantuviera a lo largo del tiempo, con independencia del grado de certeza o magnificación de los motivos que la alumbraron.
Modesta Cruz recorre en Documentos RNE la realidad y los fantasmas de La leyenda Negra con la aportación de los historiadores, Ricardo García Cárcel, María José Villaverde Rico, Luis Español Bouché y María Elvira Roca Barea. Todos ellos nos darán su opinión sobre el tema, poniéndolo en relación con el contexto histórico y con la actuación general del resto de países europeos. Un tema polémico que ya planteó, hace ahora un siglo, Julián Juderías, un intelectual singular, cosmopolita y próximo a los regeneracionistas, que culpaba en parte a los españoles de La Leyenda Negra por la manera en que afrontamos nuestra historia.